Dibujar un mapa que trascienda las coordenadas físicas de un territorio es un proceso colectivo que precisa de la participación y del entusiasmo de quienes son protagonistas de lo que se quiere cartografiar.
Porque no se trata de enumerar y ubicar en el papel un listado más o menos completo de iniciativas culturales, maquetarlo bonito y archivarlo para engordar memorias anuales de actividad.
Este Atlas pretende ser una narración de lo que está pasando, y una herramienta al alcance de los seres abisales para seguir creando y transformando la ciudad. Si no contáramos con quienes están al frente de esas iniciativas este proyecto no sería. Mil gracias, animales fluorescentes.